Centauros

Los centauros eran criaturas monstruosas y salvajes que vivían en los bosques de Tesalia. Nacieron de Ixion y Nephele y su cuerpo mitad hombre y mitad caballo es la transposición mítica del culto que la antigua tribu de los Kentauros, al igual que la de los Lapitas, tenía por el caballo, animal consagrado a la Diosa Luna.
Estas dos tribus de primos estaban constantemente en guerra entre sí y cuando los Helenos decidieron conquistar sus tierras, les fue fácil enfrentarlos entre sí. El enfrentamiento entre las dos tribus y la estrategia de conquista de los Helenos están en el origen de algunos episodios míticos representados en el templo de Zeus en Olimpia y en el de Teseo en Atenas.

Nephele a los pies de Hermes – Castigo de Ixion fresco Casa de los Vettii, Pompeya IT

Nephele a los pies de Hermes – Castigo de Ixion fresco Casa de los Vettii, Pompeya IT

En la mitología griega los Kentauroi eran una raza primitiva que vivía en los bosques y en las cuevas habían hecho sus hogares, cazaban animales para comérselos y sus armas eran pesadas piedras y palos. Nacieron de la violencia que Ixión, rey de los Lapitas, invitado a un banquete de los dioses, borracho por exceso de vino, había ejercido sobre Nephele, la nube a la que Zeus había dado la forma de Hera. De esa unión nació un ser monstruoso llamado Kentauros que ya como adulto se unió a las yeguas que pastaban en las llanuras de Magnesia en Jonia, y de donde comenzó el linaje de los Centauros, también conocidos como Hipocentauros.
En la mitología griega los centauros pertenecen al gran grupo de los monstruos y no solo por su cuerpo mitad animal y mitad humano, sino por sus inclinaciones entre las que la más evidente es su incapacidad para tener relaciones conforme a las normas sociales.
Según Píndaro, las características de los Centauros estarían conectadas con los métodos de concepción de su progenitor, Kentauros, sobre los que el poeta se detiene en la Pytica II, una oda que escribió para exaltar a Hierón II tirano de Siracusa y en la que utilizó los eventos que involucran Ixión calificado como muestra de ingratitud y metáfora de esa primacía alcanzada también por Anassilao que intentó en vano apoderarse de Locri.

Kentauros, metopas del Templo de Hera en la desembocadura del río Sele – Museo de Paestum IT

Kentauros, metopas del Templo de Hera en la desembocadura del río Sele – Museo de Paestum IT

De la unión de Ixion y Nephele, la forma etérea de Hera, nacería Kentauros, un monstruo:

"Y sin las Gracias, la Nube, sólo ella fecunda, le dio
uno solo, un retoño horrible,
que valor no tiene entre los hombres
ni entre los Celestiales. Lo crió, lo dijo Centauro.
Y él al pie de Pelión se unió a las yeguas
magnesias; y nacio una muchedumbre muy extraña,
que similar a ambos parientes
parecía: arriba
al padre, por debajo de la madre."

Centauro Quirón acompañado de un sátiro

Centauro Quirón acompañado de un sátiro

Según Píndaro, la personalidad de Kentauros se habría determinada como nacido de una relación solitaria porque esa forma que Ixión creía que era Hera, en realidad era sólo una velada, una nube y por tanto "el monstruo" habìa heredado sólo de su padre la codicia y la incapacidad de tener un trato leal con los demás; cuando luego se unió a las yeguas Magnesia de éstas su linaje tomó el rasgo que según la tradición las caracterizaba: la lujuria. Aristóteles también atestiguó esta propensión a la lujuria en las yeguas quien, en la Historia Animalium, relató cómo en ciertas épocas del año tenían tantas ansias de aparearse que se exponían a los vientos para quedar preñadas.
Otros mitógrafos antiguos, como Servio en su comentario a la Eneida, cuentan que habría sido el mismo Ixión él que se uniera a sus yeguas generando así los Centauros que habrían heredado de su progenitor los peores rasgos de su carácter. De nuevo, según una versión menos extendida, habría sido Zeus quien, transformado en caballo, se habría unido a Dia la esposa de Ixión, el padre de la criatura de la que procedíeron los Centauros.
La búsqueda de una explicación escondida en la etimología del término Kentauros proporciona toda una serie de pistas pero no resuelve la cuestión. Se han atribuido diferentes significados a la palabra griega κένταυροϛ y los estudios realizados siempre han reservado sorpresas estimulantes aunque no precisamente convincentes.
Una hipótesis considera la palabra compuesta por κέντ- y -αυροϛ donde el primer elemento es similar al nombre griego de una flor, la genciana (γεντιανή) también conocida como "Centaurea Centarium" y por tanto a la sabiduría de los Centauros como conocedores de las hierbas y sus propiedades curativas. Fascinante es la explicación del significado como brisa matutina o κiναυροϛ, que deriva de una sugerencia del gramático Hesiquio de Alejandría, por lo tanto asonancia de un nombre que remite a otros relatos míticos y entre ellos aquel según el cual las yeguas de Tesalia fueron fecundadas por los vientos. Otro significado para κένταυροϛ, podría ser literalmente devorador de entrañas, lo que proponía un término tomado de Alexipharmaca de Nicandro de Colofón donde se presentaban diversos antídotos contra los venenos. Interesante en la conexión no tanto el significado atribuido al nombre como que el lema detecta un origen tracio y por lo tanto confirma el origen de los centauros desde el norte y apoya la tesis mítica de su presencia en Tesalia.

Centauro Quirón enseñando a Aquiles a afinar la lira, fresco de Herculano - Museo Arqueológico Nacional de Nápoles IT

Centauro Quirón enseñando a Aquiles a afinar la lira, fresco de Herculano - Museo Arqueológico Nacional de Nápoles IT

La versión que parece explicar mejor la gran hostilidad entre los Lapitas y los Centauros cuenta que eran pueblos hermanos porque nacieron como hijos gemelos de Apolo y de la ninfa Estilibe, hija del dios del río Peneo que corre con sus afluentes en los valles de Tesalia haciendo esa tierra rica en vida y lugar ideal para los criadores de caballos.
Los gemelos nacidos de Stilibe fueron Lapite y Centauro; Lapite se convirtió en un guerrero fuerte y habilidoso, mientras que Centaur nació deforme y pasó su vida pastoreando caballos en el monte Pelión y uniéndose a las yeguas. Los descendientes de Lapite conquistaron los tronos de Tesalia y se hicieron famosos entre hombres y dioses demostrando habilidades superiores como Ixion y Pirithous; los descendientes de Centauro tomaron la forma de mitad hombre y mitad caballo y desarrollaron sus habilidades al extremo tanto sobresaliendo en virtudes como en vicios y fueron conocidos como los seres más sabios pero también los más crueles, pero sobre todo los Centauros no fueron capaces de mantener control de sus instintos.
Sin embargo, sabían ser más sabios que la mayoría de los hombres, y Quirón ciertamente lo fue y también los dioses le encomendaron la educación de sus hijos. Muchos fueron al monte Pelión para confiar a sus hijos al gran ser para enseñarles a ser hábiles arqueros y caballeros pero también a conocer el cielo y las leyes que regulan el movimiento de las estrellas y las estaciones, a tocar los instrumentos que pueden evocar sentimientos sino también las duras leyes de la guerra.
Sus discípulos fueron Asclepio, Meleagro, Heracles, Teseo y muchos otros hasta Aquiles que lo tuvo como maestro ya entrado en años.

Bibliografía
  • Aristóteles. Historia Animalium, traducida del griego por Theodore Gaza 1483.

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